JORNADAS DE FINAL DE INVIERNO
OVNI 2020




Arqueología de la mirada

2020. Ovni avanza hacia el origen de una de las grietas que nos rompen. ¿Qué rebusca la arqueología removiendo la tierra de los muertos? No solo busca ruinas para exponer con una falsa vida en los museos. Pues lo primero que encuentra la mirada arqueológica son los mitos donde se baña la Historia, desde el principio. Las sorprendentes historias nocturnas que nos contamos en el viaje, almas en peligro que combaten, la eterna lucha entre el bien y el mal... Desgarro, que podemos transitar cuando arriesgamos una manera de vivir. Al otro lado, están los mitos del poder: redundancia de la seguridad que manipula palabras mudas, mayúsculas imágenes y banderas reposantes en sí mismas, que explican cualquier cosa no necesitando ninguna explicación. Espectros petrificados, grandes personajes muertos, fechas evidentes por sí mismas. Manipulación cegadora de lo que cantamos y nos contamos, que nos permite seguir caminando en círculos en torno a un abismo que crece. Una extraña fe.




Contexto 1

Hoy, cuando buscar positivamente la felicidad es todavía mentir, en el largo ocaso de una civilización que se derrumba.

Ocaso. Cada día la belleza del ocaso nos entrega una promesa de felicidad en su fugaz desvanecerse. Las nubes nos devuelven entonces el doble que nuestra mirada refleja. Visión del oculto punto ciego que se desparrama en nuestra visión, ahí donde empieza a sonar la alteración de la sangre.


Hoy, miles de cuerpos baten a oleadas las puertas de la ciudadela Europa. Escapan de la guerra y de la miseria inducidas por el presente, gobernado por la falsedad esencial a la política. El campo de Moria, jugando con las vocales del destino, dispone vertederos colapsados, como siempre, para la caravana incesante de las familias y los jóvenes que huyen... atraídos por la higiénica imagen de Occidente en las pantallas. «En África conocemos Europa por la TV, pero no se entiende bien de qué trabaja el hombre blanco». Como tampoco entendemos que la diferencia económica, moneda estructural y metafísica que también posee fuerza magnética, es aquello que precisamente les constituye y nos constituye, en la pinza de un dispositivo demoníaco.



Intimidad

La soledad hiere el nocturno silencio imposible de nuestros oídos. Como el latido de ese animal salvaje del que siempre huimos, que no es animal, ni salvaje, sino en el orden del miedo en el que hemos sido educados.

En cada nueva esfera capturada por la economía, desde el continente americano hasta el simple cuidado o reproducción del cuerpo humano, se relanza la apropiación primitiva, el despojo originario de toda acumulación. De la misma manera, cada vez vuelve a romperse nuestra conexión con el cielo. Porque la incredulidad no afecta tanto a dioses ultraterrenos como a todo lo que podemos hacer vivir entre nosotros. «Una incredulidad innata; definitiva, total». Perdemos esa dimensión interior que no nos pertenece, porque es común, porque nos liga a todo lo que existe, nos pone en contacto con todas las mareas subterráneas y todas las fuerzas fuera del tiempo.

«El Mahabarata es el gran poema del olvido». Olvido, de esa dimensión que también nos constituye, prole de una Tierra que en su dureza no deja de proveer sustento y cobijo. Olvido de ese ser intermedio que llama a la vigilia... 


...entonces el alba no es un lugar seguro, a pesar de que las tinieblas desparecen y entramos en un mundo intermedio en el que el alma se deleita, es también uno de los momentos preferidos por los cazadores.  El jardín interior no es refugio suficiente, ni la amistad de un centenar de pájaros nos librará del peligro. Debemos estar bien despiertos justo antes del crepúsculo matutino, para que el cazador no sorprenda a nuestro corazónes...Quizás sólo así tendremos acceso real a ese mundo intermedio…al barzaj...

«¿Qué sientes? Eso es la verdad, pero no hay que nombrarla, porque apenas lo nombras ya se pierde...»